lunes, 10 de junio de 2013

58. Nombres para un principio

Sería bonito decir que nuestras miradas se encontraron y que yo me acerqué lentamente a ella. Sería bonito decir que sonreí y que le hablé de cosas agradables en pareados cuidadosamente medidos, como el Príncipe Azul de  algún cuento de hadas.
Por desgracia, la vida casi nunca tiene un guión tan meticuloso. La verdad es que me quedé allí plantado. Era Denna, la joven que había conocido hacía tiempo en la caravana de Roent.
Ahora que lo pienso, sólo había transcurrido medio año. No es mucho tiempo cuando te están contando una historia, pero medio año es muchísimo tiempo mientras lo vives, sobre todo si eres joven. Y nosotros éramos ambos muy jóvenes.

The name of the wind.

No hay comentarios:

Publicar un comentario