domingo, 11 de noviembre de 2012

Mi error favorito

Contemplándote, contemplándoos me dispongo a recapacitar. Te observaba aprisionada por tus males, eso a lo que suelen llamar sentimientos, pero jamás te había apreciado de tal forma. Simplemente es ver como puedes dejarte llevar por un solo ser, pensar, hablar, llorar, reír y sólo por él. Te veo abstraída, intentando salir de ello, siempre es lo que intentamos después de los desastres o "el desastre".
No te das cuenta de que, en realidad, te ves estupenda y centrada...tu forma de pensar, tu mirada enternecedora, tu tranquilidad, ese poder para asumir posibles riesgos ante tomar ciertas decisiones o efectuar acciones. Es maravilloso.
Esas ganas de aguantar cualquier tipo de obstáculo que se te plantee encima. Porque no se trata de ir contra el mundo hasta poder llegar a él, sino de intentar hacer que él vaya junto a ti cuando tú quieras ir contra el mundo.
Lo más triste no es si quiera que él deje de sentir lo que presuntamente era, sino que lo hagas, que te sientas vacía, que no puedas reír como antes y enloquezcas, nerviosa, angustiada, triste...si, porque la tristeza que existía antes era esperanzadora y esta tan solo es amarga, has perdido la lucha.
Antes sólo tenías ojos para él, qué estupidez, pero lo sigues teniendo aunque tus labios besen otros que no sean los suyos, aunque tu cuerpo se estremezca no sintiéndolo a él. Lo haces una, dos y tres veces, cada una de ellas con una persona distinta a la anterior, hasta esa cuarta en la que no sabes si has sentido algo distinto. Quizás ese aliento que te faltaba en una noche desesperada, quizás sólo se añada a la lista y sigas pensando en él tanto como yo lo hago a veces con ella.
No te preocupes, no somos maduras, sólo un poco más que ellos, sólo por cometer los mismos errores en tiempos diferentes. Quizá, si vuelves a encontrar algo que no sea él, que te llene de tal manera o a recordarlo algún tiempo más de la misma forma que antes, todos podremos contemplar tu grandeza. Hasta entonces, seguiré sorprendida por la capacidad que tenemos en cambiar cuando las cosas se tuercen o cuando lo bonito se apaga dentro de él, de ella, de ti, de mi...ni si quiera sabes como te sientes. Al menos, cuando tú te picabas, sabías que era puro dolor...ya ni eso, sólo melancolía. Es ahí a donde pretendía llegar.


Yo no estoy hablando de amor, ni de ella. Estoy hablando de ti y de él, de mi y lo que nos hacen sentir.
Quizás algún día pueda entenderme tanto como tú lo haces, o quizás, me sienta como tú y se acabe de verdad hasta que no exista nada de lo que acordarme. Sea igual de triste que ahora.


"¿Lo sabéis? ¿alguno?
Creo que las personas deberían saber decir lo que sienten, pero de verdad, no con palabras que unos extraños ponen en sus bocas. Palabras como amor, que no significa nada."  500 Days of Summer.