lunes, 27 de mayo de 2013

Diana

Eres una romántica, te pega escuchar Chopin mientras lees a Bécquer en una terraza tomando un café a la luz de un bonito atardecer, fumando pipa y respirando profundamente el apacible pero alérgico aire de esta primavera alocada de alternante temperatura gélida y a la vez calurosa. Como si tu apasionado corazón cargado de diversas emociones fuera responsable de tales cambios climáticos tan repentinos. Y que tu alma romántica se marchite conforme va cayendo la noche y, al estar bajo la luz de las dos lunas, sentir la desdicha del amor en la soledad de tu vacío lecho. En una noche fría, deseando sentir el calor que desprende su cuerpo y oler el agradable aroma de su pelo, mientras dos lágrimas caen por tus mejillas en un profundo sentimiento de nostalgia. Entonces, en ese momento, en el silencio de la noche en tu cabeza resuenan aquellos versos de Neruda: 

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche, pensar que no la tengo, sentir que la he perdido...yo la quise y a veces ella también me quiso, en las noches como esta la tuve entre mis brazos, la bese tantas veces bajo el cielo infinito. 
Ella me quiso, a veces yo también la quería".



Att. María.

domingo, 26 de mayo de 2013

¿Alguna vez ha estado loco por una mujer empeñada en alejarle?