martes, 4 de octubre de 2011

Tranquila.

Tu amor me convierte en el más feliz al mismo tiempo el más desgraciado de los hoy.
- A mi edad necesito una vida serena y tranquila. ¿Puede aspirarse a eso en nuestra relación?
Ángel mío [...]
Ten calma, ámame, hoy, ayer, qué doloroso anhelo de ti, de ti, mi vida, mi todo. Adiós. ¡Oh, continúa amandome, nunca juzgues mal el más fiel corazón de tu amado.

Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro.

L.V. Beethoven


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