domingo, 21 de marzo de 2010













Al hombre siempre le ha atraído el mar pero nos supone un escenario antinatural, un lugar de gran peligro. Mareas, corrientes, olas, viento cada cual con sus propios riesgos y ninguno puede ser ignorado. El más mínimo error de juicio puede suponer un fallo mortal. Pero un buen marinero no lucha frente a estos elementos, un buen marinero trabaja con ellos utilizándolos a su favor. Mientras otros muchos van a la deriva, la mayoría en varios pedazos, el siempre vuelve a la seguridad de su hogar.

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